Cada vez ganamos más conocimiento sobre los diferentes tipos de entrenamiento y cuáles son los beneficios que nos puede aportar cada uno. Si hace un tiempo llegó la fiebre del running, ahora el mensaje de que combinar ejercicios de cardio con sesiones de entrenamiento de fuerza es imprescindible ha calado y ya prácticamente todos somos expertos en diseñar planes deportivo que se ajustan a nuestras metas. Hay deportes para todos los gustos y necesidades, desde la natación –perfecta para trabajar todos los músculos sin impacto–, hasta la escalada, la última disciplina de moda. Estos son deportes que requieren de cierto tiempo y dedicación, pero si lo que buscas son entrenamientos rápidos, en los que invertir pocos minutos y ver resultados excelentes hoy venimos a hablarte una nueva modalidad: el entrenamiento de ráfagas o burst training, como se le conoce en inglés. Hemos hablado con Sara Álvarez, co-fundadora y creadora de la metodología RETO48, quien nos explica todo lo que hay que saber sobre la nueva rutina quemagrasas. Una de las más potentes y exigentes, y no apta para todos los públicos.
Los micro entrenamientos, o también llamados entrenamientos en ráfagas o burst training en inglés, son un tipo de entrenamiento que puede quemar grasa abdominal rápidamente y para el que se suele emplear entre el 90 y 100 por ciento del esfuerzo máximo de una persona.
Los burst training son básicamente lo mismo que el entrenamiento HIIT (High Intensity Interval Training) o entrenamientos de alta intensidad en intervalos de corta duración debido al tiempo en el que se realizan.
Con este tipo de ejercicio lo que logramos es hacer que nuestro cuerpo siga quemando grasa durante las próximas 36 horas para reemplazar las reservas de energía vital (glucógeno) de nuestro cuerpo. Este tipo de ejercicios pueden quemar tres veces más grasa corporal que los ejercicios cardiovasculares moderados, además de continuar quemando calorías durante las siguientes 36 horas, lo que ayuda a acelerar nuestro metabolismo y lograr resultados de manera más rápida.
Se suelen hacer series de entre 30 y 60 segundos de alta intensidad, generalmente ejercicios de cardio, para así lograr quemar el azúcar que el cuerpo suele acumular; seguido de 30 a 60 segundos de bajo impacto para su recuperación. Estos ejercicios pueden ser Burpees, patinador o plunges…
Generalmente con hacer 4-6 series de ráfagas, de 30-60 segundos, 3 veces a la semana, podremos empezar a notar cambios y mejoras; sin embargo como siempre digo, es la disciplina y la constancia lo que hará que realmente logremos cambios duraderos en el tiempo. Es importante también tener descanso entre días, para no fatigar a nuestros músculos.
Es perfecto para gente que quiera perder peso, ganar resistencia y aumentar la capacidad pulmonar. Además es perfecto para engancharse al deporte, al ser tan dinámico, corto e intenso, engancha desde el principio.
Alternar distintos tipos de ejercicio siempre es beneficioso para el cuerpo, ya que se trabajan diferentes músculos y fortalecemos distintas partes del cuerpo. A este trabajo cardiovascular habría que añadir ejercicios de resistencia, fuerza y equilibrio. Recuerda además que el mejor quemador de calorías son los músculos y que cuanto más aumente la nuestra masa muscular, más calorías se queman y se adquiere una mejor condición física en general.
Al ser un tipo de entrenamiento tan intenso y exigente es imprescindible contar ya con una base previa. Además, en este tipo de ejercicios llevamos al corazón al límite por lo que no está recomendado para todo el mundo, especialmente si tenemos alguna patología de corazón. Es importante consultar a un experto antes de ponerlo en práctica.